Ánforas de vino romanas

Consumo y comercio de vino en la zona mediterránea

Las grandes conquistas del siglo II a.C. hacen de Roma el centro de un Mediterráneo cada vez más atravesado por rutas de gran recorrido y pequeño cabotaje. Los buques mercantes y de carga surcan los mares cargados de impuestos (en grano, vino y aceite) contenidos en ánforas y destinados a suministro de la ciudad y las tropas. En las ánforas de vino la base puntiaguda facilita la estiba, pudiendo clavarla en la arena de la bodega o en la tierra batida de la bodega.

Además de los sellos de los hornos, a menudo todavía legibles, los raros graffitis o inscripciones pintadas indican la calidad del vino y el lugar de producción, a menudo también el magistrado a cargo durante el año al que se refiere la vendimia. Una vez utilizadas, las ánforas se adaptan a nuevos usos: urnas cinerarias, material de construcción o farolas navales. La carga estilizada en los paneles representa ánforas greco-italianas, producidas en Sicilia, Campania y ciudades de Magna Grecia.