Doce apóstoles con cruces de consagración

Conjunto templario de San Bevignate

Anónimo
fresco
1280-1283 circa

A lo largo de todos los muros de la iglesia, también superpuestos a las decoraciones pictóricas anteriores del ábside, se hallan los Dodici apostoli (Doce Apóstoles) que sostienen grandes cruces de gemas inscritas en tondi, las llamadas cruces de consagración. Según el antiguo ritual cristiano, las cruces de consagración se pintan en el lugar exacto donde el obispo trazó una cruz con aceite santo para consagrar la iglesia.

Esta particular iconografía no solo recuerda el papel de los apóstoles como "columnas" simbólicas de la Iglesia, sino que también se refiere a esculturas y pinturas similares y contemporáneas de origen francés. De hecho, se conocen los doce apóstoles de la Sainte-Chapelle de París, esculturas policromas realizadas entre 1240 y 1260 aproximadamente; iconografías similares están presentes en varios asentamientos de las Órdenes Militares como en los frescos de la Chapelle de la Croix-au-Bost t en Saint-Domet, fundada en el siglo XII por la Orden Hospitalaria (la llamada Orden de Malta).

Los Apóstoles de Santa Bevignate, datados en la década de 1880, son obra de un maestro o un taller de pintores mucho más refinado que el que pintó los frescos de la primera fase decorativa. La realización quizá esté vinculada a la llegada a Perusa en 1283 de Guillaume Charnier, un importante templario francés, ya ostiario del Papa Nicolás III.


 

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